Baño vaquero…

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CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

Cuando el agua es poca se refiere a esta práctico como solo limpiar la cara y manos.

Algo similar ocurre con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ante la falta de cuadros capaces y con un perfil limpio, optan por un «externo» (que en realidad no lo es) como José Antonio Meade, con la esperanza de conservar el poder de frente a la elección presidencial del próximo año.

Ya hace algunos ayeres presumían de un «Nuevo PRI», con candidatos jóvenes que cambiarían la cara de México y que a base de reformas estratégicas lograrían un desarrollo del país y que elevarían el nivel de vida de los mexicanos, donde el combate a la corrupción sería el principal estandarte de su lucha.

No quisieron hacerlo y la corrupción está históricamente en sus niveles más escandalosos.

Hoy el mismo aspirante Meade reconoce el fracaso del «Nuevo PRI» frente a la corrupción y el tricolor hace lo mismo al vendernos un tecnócrata que quieren hacer parecer como «limpio y externo».

En su registro como ¿precandidato? Siguiendo las formas anacrónicas de los usos y costumbres del priismo jurásico del dedazo, el besamanos y la cargada, promete lo irrealizable por cada administración:

Combate frontal a corruptos y cero pesos al margen de la ley y la defensa del ingreso familiar. Me rio…

Le digo por qué me causa hilaridad, Meade es el autor del regreso de los gasolinazos, bajo su gestión como secretario de hacienda también el ingreso del mexicano cayó a niveles de 1995, según datos del Fondo Monetario Internacional, avaló aumentar el gasto público en 43 mil millones de pesos, propuso 15 mil 400 millones de pesos para diputados federales y senadores.

Asimismo, Planteó 2 mil 700 millones de pesos de publicidad para el Ejecutivo federal, es decir, para el que lo destapó, su jefe Peña, y deja una inflación de 6.67%, cuando en la recibió en 4.1%.

La Coparmex sostiene que otro de los pendientes que dejó Meade fue impulsar una reforma que amplíe la base de contribuyentes que reduzca de manera gradual la tasa corporativa del ISR, de 30% a 24.66%.

José Antonio Meade es la cara de Dorian Grey en el cuerpo del PRI, una faz que pretenden vender como limpia en un cuerpo podrido, con quien tendría que gobernar de ganar los comicios del próximo año.

O sea, un cambio en aras de mantener todo igual.

Politólogo, profesor universitario, miembro del Claustro Académico del ITEI.

@aagsevilla

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