Populismo y xenofobia desde otra perspectiva

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Los nacionalismos han servido para justificar guerras; Donald Trump regresa al concepto de los WASP y la política educativa de las normales choca con la globalización

Con un análisis desde diversas perspectivas, como la migración, la educación o la cultura, especialistas diseccionaron el fenómeno del nacionalismo, el populismo y la xenofobia, durante el XIV Encuentro de Humanistas, organizado por la Vicerrectoría Ejecutiva de la Universidad de Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro.

El encuentro se tituló: «Populismo y xenofobia: Los nuevos falsos nacionalismos», y participaron el doctor Jorge Alonso Sánchez, investigador Emérito en el CIESAS Occidente; doctor Jorge Durand Arp-Nisen, investigador del Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales de la UdeG, y el doctor Ángel Díaz Barriga Casales, investigador titular del Instituto de Investigadores sobre la Universidad y la Educación.

 “Habría que distinguir entre nacionalismos de una nación opresora, o el nacionalismo de una nación oprimida. Hay naciones sin nacionalidad reconocida. Si la crítica al populismo es la defensa de los de arriba contra medidas que favorecen a los de abajo, pues no habría que caer en esa trampa. Si populismo es que líderes de cualquier tendencia  manipulen a los de abajo, entonces es algo indeseable”, señaló el doctor Jorge Alonso.

Agregó que los nacionalismos también operan como ideología para hacer que los de abajo sacrifiquen hasta sus vidas  para defender los intereses de los de arriba, que promueven dichos nacionalismos.

“Los nacionalismos han  servido para todo cúmulo de guerras. Van de la mano con los Estados. Hay estados que imponen una nacionalidad a los integrantes, pero también hay Estados plurinacionales, como Bolivia, que defiende los recursos naturales para que los de arriba, nacionales o foráneos no los despojen y los destruyan. Es una condición de la defensa de los pueblos”.

El doctor Jorge Durand Arp-Nisen, explicó que con Trump, el sector conservador vuelve por sus fueros y que la base de apoyo del presidente estadounidense son los  que antes se llamaban los WASP (White Anglo Saxon Protestants, es decir, los blancos anglosajones protestantes, que eran la identidad del blanco en los años 50´s.

“Cuando llega Kennedy, es blanco. Pero no es anglosajón. Es de origen irlandés y no es protestante. Es católico. Se rompe esta concepción del blanco tan pura. Trump está volviendo a esta consideración de hace casi medio siglo, por eso dicen que su lema del Make América Great Again (Hagamos a América Grande de Nuevo) es precisamente Make América Whiter Again”.

Ángel Díaz Barriga Cázales, enfocó su charla a hablar de cómo las nuevas políticas educativas parecen chocar con los valores nacionalistas que se imparten en las escuelas normales.

“Tenemos escuelas normales que siguen formando en la identidad nacionalista y esta identidad no cabe en el modelo actual del examen PISA, o Planea, esta visión homogeneizante que tiene como mira, la inserción global”.

Cuestionó que con la reforma educativa la ley contempla que cualquier egresado de educación superior que apruebe el concurso de oposición pueda obtener la plaza docente.

“Lo que yo digo medio burlonamente. El IMSS  no dice: cualquier egresado de educación superior que apruebe el examen de residencias médicas puede obtener una plaza de médico general. O para los jueces, cualquier egresado que pase el examen, puede obtener la plaza de juez.  En los hechos, es un desprecio hacia la profesión docente”.

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