EFECTO AKRASIA/Rocío Morgan
En la columna pasada hablamos sobre el reto que representa para los partidos políticos asumir los nuevos lineamientos para la integración de las candidaturas a todos los puestos de elección popular (exceptuando la gubernatura), bajo el principio de Paridad Electoral, y que obligará a los partidos a presentar 50% de candidaturas para mujeres y el otro 50% para hombres.
Sin embargo, la autoridad electoral dispuso diversos ejes para cumplir con la Paridad y que los partidos tendrán que acatar, y que es donde está el llamado “tejido fino” que tendrán que hacer al interior de cada instituto político, que por cierto, no está para nada sencillo.
A saber, la autoridad electoral definió los conceptos de Paridad Vertical, Horizontal, Transversal y Sustantiva, las cuales trataremos de explicar:
Paridad vertical. En la integración de las planillas de munícipes que registren los partidos se deberá postular el 50% de cada género, de manera alternada; esto es que si la planilla la encabeza un hombre a la presidencia municipal, el siguiente en la lista de regidores, deberá ser mujer, y así alternadamente hasta completar el 50-50.
Y viceversa, si la planilla fuera encabezada por una candidata a alcaldesa, el siguiente en la planilla, deberá ser hombre y se irán alternando uno de cada género. Además, el suplente deberá ser del mismo género que quien ostente la titularidad.
Paridad horizontal. Los partidos políticos o coaliciones deberán presentar en, al menos, la mitad de los municipios o en la mitad de las candidaturas que registre, planillas encabezadas por género distinto; es decir, que cada partido, si decide contender en los 125 municipios de Jalisco, deberá presentar 64 planillas encabezadas por mujeres, y 63 encabezadas por hombres.
Hasta aquí pareciera sencillo, tomar el listado de municipios y separar mitad y mitad para que las planillas sean encabezadas 50-50 por cada género. Pero no es tan simple, por los otros dos ejes de la Paridad.
Paridad transversal. Los partidos deberán equilibrar las postulaciones que realicen en los municipios realizando un análisis de la densidad poblacional y segmentando en bloques los municipios, registrando al menos un porcentaje de un género distinto en cada bloque, para garantizar que ambos géneros tengan posibilidad de acceder a cargos de elección popular en los municipios de mayor población.
Ello supone, que se haga un análisis de los municipios con mayor, media y poca población y repartir equitativamente en cada bloque, las candidaturas. Lo que nos lleva a la siguiente dificultad.
Paridad sustantiva. Que exige a los partidos, postular candidatos de ambos géneros, atendiendo al porcentaje de votación o rentabilidad electoral que tenga cada partido en cada municipio.
Esto nos obliga a tomar en cuenta el resultado del último proceso electoral y realizar otra serie de bloques de municipios: los más rentables (por ejemplo, municipios en los que el partido es gobierno); los municipios competitivos (donde el partido ya ha gobernado o perdió por poco porcentaje de votos o donde es factible un triunfo electoral), y los municipios de baja rentabilidad (donde el partido no ha gobernado, o donde no tiene estructura, o donde siempre ha perdido las elecciones).
Por cada bloque, el partido tiene que hacer un análisis y repartir las candidaturas 50-50 para cada género. Incluso, el principio de Paridad está por encima de la reelección.
Es decir, que un partido político tendrá que valorar en qué municipios sus alcaldes podrán reelegirse y en donde tendrán que calmar sus ímpetus porque deberán postular a una mujer para poder cumplir con el principio de paridad.
La sanción para el partido que no presente listas de candidaturas 50-50 es drástica: la autoridad electoral le puede negar el registro de la lista completa, por ejemplo, de candidatos a diputados de mayoría, o de representación proporcional, o de planillas de alcaldes, hasta que el partido consiga llegar a las cifras marcadas en la Ley.
Como hemos comentado, no es un asunto menor ni nada sencillo, pero tendremos que apostar porque este ejercicio que realizaremos todos (partidos, autoridad electoral y ciudadanos) salga lo mejor posible, en aras de alcanzar igualdad de oportunidades en la participación política.
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