CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla
Paseaba la muerte presurosa y ansiosa
Por los países del mundo
Colectando vidas, se veía nerviosa
Y una víctima rusa le increpó
«Maldita muerte que no llevas mexicanos, no seas selectiva»
A lo que la huesuda le respondió:
«Ellos no necesitan mi presencia, favor les haría de ahí estar activa,
Entre narco, violencia, corrupción, impunidad y apatía
¿Comprendes ahora mis nervios y agonía?
México no necesita una muerte como yo, cuando su Catrina ya me superó».
Y su lamento prosiguió:
» Al ver su situación actual me invade la melancolía
De no poder hacer en el resto del mundo lo necesario
Para llenar cementerios como las fosas de los mexicanos
¡Qué no yo daría, por tener sus sicarios! Y aminorar este terrible cansancio.
El ruso guardó silencio y reflexionó
«Perdón calaca, tienes razón, llévame en paz y callado.
Que mientras existan mexicanos
Los demás estaremos rogando
Que su Catrina, ¡por Dios! no te haga a un lado.»