Fuerza económica latina en Estados Unidos

DIVISADERO

Eduardo González Velázquez

 

La población latina en Estados Unidos “con o sin papeles” sigue mostrando su fortaleza económica y el impacto que tiene en la sociedad estadunidense. Su Producto Interno Bruto (PIB), si fueran un país independiente, los colocaría como la quinta economía mundial, superando a Reino Unido, India y Francia, según el informe “Latino Donor Collaborative” elaborado por Dan Hamilton y Matthew Fienup, de la Universidad Luterana de California y David Hayes Bautista y Paul Hsu, de la Universidad de California en Los Ángeles, en asociación con Wells Fargo, publicado recientemente.

Siguiendo el documento en cuestión, el PIB latino también representa el tercero en crecimiento más rápido entre las diez economías más grandes del mundo. El total de la dolariza generada por esa población ascendió en 2020 a $2.8 billones de dólares, cuando en 2010 fue de $1.7, en 2015 de $2.1 y en 2017 de 2.3 billones de dólares.

El componente mayor del PIB latino es el consumo que representa $1.84 billones de dólares, es decir 66% de su PIB. Tomando en cuenta el total de la población de la Unión Americana, el año pasado la economía latina equivalió 16.6% de la actividad total del país en finanzas, seguros y bienes raíces; 13% de los servicios profesionales; 13.3% en servicios gubernamentales y 8.4% en educación, cuidado de la salud y asistencia social.

Ese mismo año, el crecimiento de la actividad económica hispana tuvo un ritmo 2.6 veces más alto que el de la población no latina.

La población de origen hispano en Estados Unidos está conformada por 62 millones de personas, es decir, 19% de los habitantes, y se concentran principalmente en diez estados: Arizona, California, Colorado, Florida, Georgia, Illinois, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte y Texas.

Hoy por hoy, la población latina muestra los más altos índices de reproducción, pero no solo eso, también crece velozmente como fuerza laboral y se consolidan como creadores de fuentes de empleo, esto a pesar de existir aún una considerable brecha salarial entre los latinos y la población estadunidense.

Frente al indiscutible aporte económico que realizan los hispanos allende el río Bravo, es imperativo que cambien las condiciones de vida a las que son obligados para subsistir en el vecino del norte, y que eso les permita acceder a un desarrollo digno en Estados Unidos.

Por otro lado, no olvidemos el impacto que también tienen en sus comunidades de origen al enviar millones de dólares en remesas cada año, lo que oxigena la alicaída economía de los que se quedan.

Profesor-investigador Tec de Monterrey.

@contodoytriques

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.