ESCAMOCHA
Pepe Díaz Betancourt
No ha pasado mucho tiempo desde que una decisión de los maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) podía organizar cualquier evento, festival, protesta o marcha con la velocidad y eficiencia que caracteriza a los mentores.
Y también hace mucho que no vemos ninguna demostración magisterial en las calles como si todo estuviera bien, sus salarios, sus elecciones internas, su representación o prestaciones sociales cuando sabemos que literalmente “se la juegan” todos los días en las escuelas así se encuentren en zonas residenciales como en la cima del Cerro del Cuatro.
Vamos, últimamente actúan como elementos de protección civil hasta con el tradicional temblor del 19 de septiembre y han tomado clases con otros maestros para poder reaccionar con templanza ante un eventual enfrentamiento armado en las inmediaciones del plantel.
Todos sabemos que los maestros ya no son como antes y que sus condiciones son precarias, apenas se puede uno explicar cómo perdieron peso en el seno de las decisiones del Instituto de Pensiones, en el IPEJAL, que recibe de los profesores una de las aportaciones más jugosas, no por nada son 50 mil los afiliados, el mayor número de la membresía del Instituto.
Pese a que cientos de maestros aguardaron con paciencia enorme que no les pagaran durante meses fueron “convidados de piedra” en las decisiones de la sección en torno a la Reforma Integral discutida en el Congreso y frente a sus ojos las pensiones VIP sobrevivieron al vendaval que pretendió derrumbarlas.
No son buenos tiempos para los maestros, porque voces criticas de la sección 47 insisten en que ha sido un sexenio perdido desde la dirigencia y los damnificados más trágicos han sido los miles de maestros jubilados que ruegan por medicinas y atención médica al IPEJAL y otras instancias, pero las elecciones de la sección 47 se aproximan y algo quizá pueda cambiar.
PILÓN
Aunque hubo inversionistas que los tranzaron hasta con 22 millones de pesos en el mega fraude de AJP, destroza el corazón saber que son muchos más los despojados de herencias, pensiones, casitas y ahorros de toda la vida, entre las víctimas de la pirámide maldita.
