Del Toro y la versión de su película animada «Pinocho»

 

El cineasta Guillermo del Toro habló sobre el proceso creativo de su nueva película Pinocho, que está programada para transmitirse en Netflix el próximo mes de diciembre de este 2022, en entrevista grabada en el FICG-37.

Expresó que Pinocho es un personaje versátil del cual pueden manejarse diferentes versiones, de acuerdo a la voz que quiera contar su historia. Lo equipara en ese aspecto con Tarzán, Sherlock Holmes, Drácula y Frankenstein, y se pueden contextualizar en el futuro, en una historia de ciencia ficción, se pueden llevar al pasado, ubicar en la política o en una disertación sobre la mentira y la verdad.

“La película Pinocho no podría ser más personal. Tiene que ver con la vida, la muerte, el amor, habla sobre lo que es comportarse como un títere y qué es comportarse como un ser humano. Está situada en el periodo de Benito Mussolini, en Italia”.

Al cineasta le interesó que la película no fuera a favor de las buenas costumbres. “La mayoría de las películas de Pinocho enseñan que si el niño es desobediente es algo malo, cuando en muchas ocasiones es bueno ser desobediente; en la mayoría de las películas, cuando se transforma en niño de carne y hueso, entonces es verdadero, y yo no creo en esa transformación, creo que para ser quien eres, no tienes que traicionar tu naturaleza”.

El cineasta está convencido del talento tapatío, y por ello para estimular la creación de un taller de animación en Guadalajara, ofreció la intervención de varios minutos de Pinocho por animadores locales. Para el director era muy importante que los títeres principales de la película fueran tocados por animadores de esta ciudad.

El esfuerzo implicaba llevar a algunos talentos a capacitarse fuera del país, para continuar con Pinocho, lo cual favorece el conocimiento de nuevas tecnologías, ideas y soluciones.

Del Toro expresó que es muy importante reactivar el vínculo que hizo el director con animadores nuevos, y que continua a través de dos generaciones.

Guadalajara tiene algunos de los mejores talentos de animación de stop motion en México y Lationamérica, aseguró y agregó que en la Ciudad de México hay también un buen semillero de animación, pero los animadores tapatíos tienen un elemento poético, trágico, plástico y hermoso, que es fundamental.

Expresó que hay animadores en Guadalajara que trabajan a nivel de pintor, escultor, poeta. “La manejan tan íntimamente, sin pensar en grandes estudios o en comercialización. Son poetas o cantantes, son autores totales”.

Explicó que el stop motion es una técnica difícil, tardada, no fácil de producir y muy compleja, y mostró su interés de mantenerla viva, ya que es una forma muy completa de narrativa en cine de animación porque implica recrear y pintar una realidad.

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