ESCAMOCHA
Pepe Díaz Betancourt
El estreno del circuito de autobuses por carril confinado en el periférico ha desbordado opiniones de entendidos de la movilidad urbana como de ciudadanos que usan con maestría de connotados, comentarios muy acertados.
Típico, por ser una obra de grandes dimensiones y una de las apuestas más importantes del Gobierno actual no pasa desapercibido que no esté completa, en este espacio se comentó hace un buen número de meses que todo apuntaba a su conclusión -sin terminar -en el punto oriente de la Metrópoli.
Especialistas y viajeros tienen por sentado que en todas las grandes ciudades del mundo hay diferencias que producen fuertes desigualdades, este punto es el que citan ciudadanos y expertos como la consecuencia que más hiere de la obra inconclusa, luego de que fue también un verdadero clamor que se completara el propio periférico, «mocho» durante varios años, la maldición de lo «a medias» también toca al Macrobús «joya» del actual gobierno estatal.
Llama la atención el análisis del Maestro Carlos Ruiz, que con datos del INEGI asegura que la población marginada de la ruta del flamante autobús es de 324 mil 477 habitantes potenciales quienes habitan en Tonalá a escasos kilómetros de lo que habría sido su trayecto, de los cuales 163 mil 969 son mujeres; especialmente significativo es que 32 mil 975 son personas mayores de 60 años a los que caminando-a su paso- les habría tomado 15 minutos tener accesibilidad al Peribús.
PILÓN
El nuevo caos vial de la glorieta de La Normal me recuerda a los mecánicos «mañosos» que arreglan una falla y provocan otra, de verdad, creo que ni aplicándose al máximo hubieran provocado un tan bien calculado desbarajuste en el punto. Felicidades.
