Elecciones en Honduras, retorno a la izquierda

DIVISADERO

Eduardo González Velázquez

 

El domingo pasado se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Honduras. De acuerdo con los primeros resultados la candidata opositora Xiomara Castro de Zelaya, del Partido Libertad y Refundación (Libre), habría alcanzado el triunfo con 53 por ciento de la votación sobre el candidato oficial, Nasry Asfura, quien tendría 34 por ciento de los sufragios.

En tercer lugar, se ubicó Yani Rosenthal del Partido Liberal con 9.26 por ciento. Los ciudadanos también eligieron 3 vicepresidentes, 128 diputados, 298 alcaldes y 20 representantes del parlamento centroamericano. Es importante mencionar que la afluencia de votantes alcanzó casi 70 por ciento de los más de 5 millones del padrón electoral.

El triunfo de la izquierda hondureña significa varias cosas para el país centroamericano. Se terminaría con doce años de gobiernos de derecha, a consecuencia en su origen, al golpe de Estado contra el presidente Miguel Zelaya en 2009.

Además, recordemos que en 2017 como resultado de unas triquiñuelas legaloides se impuso la reelección Juan Orlando Hernández a pesar de que la Constitución de 1982 la prohíbe.

Con el triunfo de Libre, Castro se convertiría en la primera mujer en gobernar Honduras y llegaría con la enorme tarea, responsabilidad y obligación para enfrentar y solucionar la difícil situación que vive la nación centroamericana.

Para ello, la candidata ya habla de una refundación del país, llamar a un Constituyente, la flexibilización de las restrictivas leyes de aborto, un mejor manejo de la deuda nacional de 15 mil millones de dólares, la reducción de las comisiones que cobran los bancos a las familias remeseras, la creación de una comisión internacional contra la corrupción con apoyo de la ONU; y de esa manera, enfrentar las complejas realidades nacionales.

Atacar de fondo las causas de la pobreza, inseguridad, desempleo, violencia callejera, migración, narcotráfico, y desintegración social, todo ello profundizado por los duros efectos de la pandemia de Covid-19 que ha colocado a 59 por ciento de los 10 millones de habitantes en la pobreza, con un desempleo de 10.9 y un subempleo del 70.7 por ciento.

Quizá lo que producirá una sacudida en su política exterior será el eventual restablecimiento de las relaciones con China y la probable ruptura con Taiwán, teniendo como telón de fondo la reacción violenta de la Casa Blanca.

Más allá de los buenos deseos y proyectos con los que llegará a la presidencia Xiomara Castro, no debemos perder de vista que varias modificaciones necesarias al andamiaje legal y por lo tanto al sistema político hondureño pasan por el Congreso Nacional, el cual no sabemos qué composición tendrá.

Por lo pronto, podemos saludar con esperanza la posibilidad del restablecimiento de un proyecto social y soberano que regrese al país la posibilidad de continuar rehaciendo el tejido social y la salud de la República.

Profesor-investigador del Depto. de Relaciones Internacionales, región occidente. Tec de Monterrey.
@contodoytriques

 

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