AMLO vs ambientalistas

PERSPECTIVA21 Verónica Juárez Piña

Al vincular el surgimiento del movimiento ambientalista con el neoliberalismo, en realidad, más que una crítica a este modelo económico, el presidente López Obrador, busca justificar algunas acciones de su gobierno claramente lesivas contra el medio ambiente; al tiempo que ataca, nuevamente, las organizaciones civiles que han cuestionado seriamente sus megaproyectos y su iniciativa de reforma eléctrica.

Además, AMLO busca desviar la atención de las críticas contra su política energética, basada en energías fósiles, que benefician a empresas nacionales e internacionales, con las que están relacionados destacados personajes cercanos a la 4t, que hacen negocio con esta fuente de energía altamente contaminante.

Mientras que otros países están generando fuentes alternativas con el fin de proteger el medio ambiente y garantizar el derecho a la energía limpia de su población; el gobierno de López Obrador, pretende fortalecer un modelo energético basado en el petróleo y el carbón, lo que no sólo genera altos niveles de contaminación, sino que beneficia a unos cuantos empresarios, algunos cercanos al presidente, en detrimento de las y los mexicanos.

Al participar en el foro, “Repensar la Democracia, el hablar de ciencia, comunicación y medio ambiente como premisas para el desarrollo democrático”, organizado por el Partido de la Revolución Democrática, hice énfasis en el papel de las y los jóvenes en la lucha contra el cambio climático, a partir del activismo, la participación partidaria o política o, simplemente, desde su propio ámbito de acción.

Y es que, justamente, son las y los jóvenes los más activos en la lucha por proteger la naturaleza, tanto en el ámbito nacional como internacional. Son a ellas y ellos, a los que el presidente descalificó, al vincular el ambientalismo con el neoliberalismo, cuando, precisamente, este movimiento se hizo fuerte en su lucha contra la política depredadora del modelo económico que imperó en las últimas tres décadas y que, más allá de su retórica, en los hechos López Obrador, mantiene.

Según una encuesta realizada a mediados de este año, el 47% de las y los jóvenes considera que el cambio climático es el problema más importante de nuestro país, frente al 17% de interés que genera este tema entre los adultos mayores de 29 años.

Es imprescindible crear las sinergias necesarias para lograr que nuestro país no sólo cumpla con los Acuerdos de París, sino que supere las resistencias para que la transición energética deje de ser únicamente un discurso y en ello, las juventudes deben jugar un papel fundamental no porque constituyan el futuro de nuestro planeta, sino simplemente porque, de manera natural, estarán más tiempo en él y sufrirán mayormente los estragos del cambio climático.

En este sentido, el PRD debe ser adalid en estas causas y ponerse a la cabeza en la exigencia de un viraje en la política energética que privilegia las energías fósiles y que supedita toda la economía nacional a los intereses nacionales y transnacionales con los que se les vincula.

El PRD ya no sólo debe ser el partido de la garantía de los derechos de las juventudes, debe constituirse como el partido ecologista que México requiere con urgencia, y enfrentar la política ecocida de López Obrador.

Coordinadora nacional Nueva Izquierda PRD

@juarezvero

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