Estados Unidos reabrirá sus fronteras

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Eduardo González Velázquez 

 

Después de 19 meses que Estados Unidos mantuvo cerradas sus fronteras terrestres a los cruces no esenciales como medida de protección frente a la pandemia del Covid19, esta semana la Casa Blanca anunció que la Unión Americana reabrirá sus fronteras por aire y tierra para los pasajeros internacionales vacunados a partir del 8 de noviembre.

Las condiciones para ingresar al vecino del norte son: que las personas se encuentren vacunadas con esquema completo, los viajeros por aire deberán mostrar su comprobante de vacunación antes de tomar el vuelo, así como una prueba de detección de Covid-19 hecha recientemente y cuyo resultado sea negativo.

Quienes lleguen por tierra no necesitarán mostrar dicha prueba. En cuanto a los estadunidenses no vacunados que se encuentren fuera de su país, podrán ingresar presentando una prueba negativa hecha un día antes de su llegada y someterse a otra después. No será necesario que los visitantes realicen cuarentena.

Las vacunas aceptadas serán las que hayan sido autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son: AstraZeneca, Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson, Sinopharm y Sinovac.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades estadunidenses (CDC) aún no han precisado si aceptarán otras vacunas que no están autorizadas por la OMS y que se están administrando en México, como la rusa Sputnik V y la china CanSino.

Hasta aquí, el anuncio de la reapertura de las fronteras y las condiciones para ingresar a Estados Unidos.

Desde luego, que reabrir las fronteras es mejor que mantenerlas con acceso restringido. Sin embargo, para el caso mexicano, la negativa de aceptar las vacunas Sputnik V y CanSino genera varios problemas para una parte de la población nacional.

Recordemos que la gran mayoría de los trabajadores del sector educativo fueron vacunados con CanSino, y otros más de diferentes sectores recibieron la Sputnik, por lo tanto, esa población estará impedida, si así lo desea, de ingresar a Estados Unidos en tanto no se cambie esa directriz o accedan a una de las vacunas aceptadas.

Para los ciudadanos de la franja fronteriza la complicación es mayor debido a las características y dinámicas de esa zona. Tenemos doces ciudades gemelas en ambos lados de la frontera, la población de toda el área fronteriza es de 50 millones de habitantes, antes de la pandemia se realizaban 300 millones de cruces al año.

La vida económica y comercial de esa amplia región depende del intercambio constante entre los habitantes de los dos países.

Mantener la negativa para aceptar el ingreso de personas que recibieron las vacunas rusa o china complicará la normalización de la vida fronteriza, trayendo consecuencias negativas a la alicaída economía de ambos lados de la frontera.

Profesor-investigador del Depto. de Relaciones Internacionales, región occidente. Tec de Monterrey.

@contodoytriques

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