ESCAMOCHA Pepe Díaz Betancourt
Es ahí, en el plácido paraje en el que peregrinan cada año miles de sanjuaneros, donde surgen en nombre del progreso tres nuevas actividades que destruyen con premura el delicado equilibrio ecológico de miles de años de Los Altos de Jalisco.
En los últimos meses una filial de la nefasta Iberdrola, arrasó con cientos de árboles cercanos al cerro de La Mesa para instalar celdas fotovoltaicas, a un costado descomunales porquerizas ventilan los desechos de esta industria al aire libre y a un lado la plaga, que, como las aguacateras asola a otras regiones del estado : Los agaves.
Un colosal despliegue de recursos en maquinaria, fertilizantes y toneladas de agroquímicos son diseminados por cientos de explotados jornaleros procedentes del sur del país, a cien pesos el día.
No solo la impunidad es el denominador común de estas tres millonarias inversiones, sino la falta de un cambio de uso de suelo y manifestación de impacto ambiental inexistentes. Hasta ahora ninguna autoridad ha supervisado estas industrias ni ha respondido a las quejas que se han documentado.
Así, como si fueran pocos los conflictos ambientales que se viven en Jalisco se agregan estos tres basados en la pauperización de la zona, la falta de conocimiento y consentimiento de los habitantes de esta región alteña entre Unión de San Antonio y Lagos de Moreno. Ahí, donde los peregrinos se dirigen a San Juan todos los años.
PILÓN
Muy «preocupados» dijeron estar los padres de familia que vacunaron a sus hijos gracias a los amparos interpuestos ante las autoridades, porque el resto de los niños no puedan vacunarse. Más solidarios se vieron los que invitaron a sumarse a los amparos contra las medidas de restricción de circulación de vehículos con placas de otras entidades, que por cierto ya ganaron los primeros tres.
