HABLEMOS DE DERECHOS
Salvador Romero
Existen dos grandes formas de medir tu valor actual como usuaria o usuario de Internet, a saber: una es tu valor absoluto (cuánto dinero gastaste en Internet en un periodo) y la otra es tu valor relativo (qué porcentaje del total de tus recursos económicos disponibles en ese mismo periodo los gastaste en Internet).
Cabe precisar que «gastar en Internet» implica toda monetización que se convierte a través de cualquier portal o plataforma que funcione en la Internet, bien para ofrecer un producto virtual (como un software o tu suscripción a Netflix) o bien para adquirir un producto para el «Mundo análogo» (como unos tennis o unos boletos de avión).
Por ejemplo, si nos fijamos como el periodo a medir el año 2021, para poder saber cuánto vales en Internet, me tendría que preguntar:
¿Cuánto ha gastado mi lector (inserta tu nombre completo aquí) en el 2021 en Internet?
¿Qué porcentaje del total de sus ingresos obtenidos en el 2021 ha gastado en Internet mi lector (tu nombre aquí)?
Me parece que hasta este punto la forma de llevar a cabo ambas mediciones es muy clara y creo que con algo de esfuerzo casi todos podríamos calcular «cuánto valemos en Internet», sobre todo si la pregunta nos la hacemos respecto de un periodo de tiempo reciente como en el ejemplo referido.
Sin embargo, la misma medición se nos complicaría bastante en la misma proporción en que decidiéramos aumentar el periodo o la lejanía de dicho periodo, por ejemplo:
1. ¿Cuánto ha gastado mi lector (inserta tu nombre completo aquí) en Internet desde el año 2000 hasta la fecha?
2. ¿Qué porcentaje del total de sus ingresos obtenidos en los últimos 21 años ha gastado en Internet mi lector (tu nombre aquí)?Evidentemente encontrar las respuestas a esas preguntas se torna más complicada, de la misma forma en que se volvería mucho más complicada si añadimos otros elementos de mayor precisión y desglose de gasto, por ejemplo:
3 ¿Exactamente en qué productos y servicios adquiridos en Internet se ha gastado su dinero mi lector (tu nombre aquí) en los últimos 21 años?
4 ¿A través de qué portales y plataformas específicamente ha adquirido esos productos y servicios?
5 ¿Cuántos de esos productos o servicios los adquirió a través de campañas publicitarias sin que necesariamente estuviera buscándolos?
6 ¿Cuántas de esas campañas publicitarias se valieron del «perfil digital» de mi lector (tu nombre aquí) para facilitar la venta de esos productos y servicios basándose en sus preferencias, gustos y debilidades como consumidor?
7 ¿Cuánto se han gastado las y los candidatos y gobernantes en publicidad para que mi lector (tu nombre aquí) los conociera?
En este punto probablemente estés riendo pensando que las respuestas a esas preguntas son imposibles de contestar, sobre todo considerando que estamos preguntando por un periodo de más de dos décadas que abarca todo este nuevo milenio, sin embargo, es sumamente probable que la respuesta esté disponible en muy pocas manos, y sobre eso escribiré en una futura entrega de esta columna.
