CON CHANFLE
Raúl de la Cruz
Les encabrona que no me equivoque pero se los dije, se los dije. El turco, cuyo nombre es tan impronunciable, como su boxeo, era un total y absoluto costal de papas.
Aunque no lo reconozca Saul y sus lamehuevos ese tipo de peleas lo exhiben y le restan credibilidad. Y no es porque lo odien. No. No toleran la crítica objetiva y sin compromisos.
Una contienda que jamás debió aceptar. El pinche cinturón del CMB de nada le sirve de todos modos con o sin él seguirá siendo un peleador taquillero.
Ahhhh!, pero como el alcahuete de Mauricio Sulaiman «lo obligó», seguro le puso una pistola sobre la mesa, dicen sus arrastrados se tenía que hacer. En otros tiempos ese fraude habría terminado con una cojiniza y sillas en el ring en protesta por la farsa de pelea.
Lo anticipé desde un día antes. Y así fue. ¡Un fraude! Se los dije, se los dije.
Como referencia y en respuesta para sus jilgueros a sueldo les informo que antes que el Globo de la televisión han existido grandes boxeadores mexicanos que tuvieron el reconocimiento de propios y extraños como José Becerra, Púas Olivares, Alfonso Zamora, Cañas Zarate, Chucho Castillo, Erick Morales, Marco Antonio Barrera, Pipino Cuevas, Juan Manuel Márquez, Finito López, Julio César Chávez, y en mi concepto el más grande de todos los tiempos, Salvador Sánchez.
Todos con total y absoluta credibilidad. Incluso, Raúl «Ratón» Macías sin haber obtenido campeonato alguno paralizaba el país a través de la radio.
No se equivoquen paleros de vacilada. El Canelo es un buen peleador pero no se compara con los antes mencionados.
Ahora, los mismos arrastrados aseguran que su manager se encuentra entre los mejores del mundo.
¡Pamplinas! No tiene los blasones de gente como Cuyo Hernández, Cristobal Rosas, Nacho Silva, Julián Magdaleno, entre otros.
Pero como el dinero compra conciencias, se desgañitan en elogios. No obstante, nada se puede tapar con un sólo dedo.
Peleas como la vista no solamente perjudican al pelirrojo de San Agustín, sino a todo el boxeo porque ponen evidencia que todo se puede arreglar a base de montones de dólares donde muchos pero muchos salen ganando, menos el deporte.
Las redes en su máxima expresión donde todo mundo opina, los más sin mayores argumentos. Muchos le dan más importancia al previo musical que a la misma pelea. ¡Fue un fraude!
