Centralización y uso electoral de vacunación, cuesta vidas

PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña

Ante la crítica situación sanitaria que vive el país, el Presidente de la República debe dejar de invertir recursos y tiempo en otros temas y darle prioridad a organizar mejor y más rápido la aplicación de las vacunas contra el Covid-19, o de lo contrario tendremos que lamentar miles de muertes más este año.

Si el Gobierno Federal no es capaz de masificar lo antes posible la vacuna, no habrá manera de contener los contagios y con ello los decesos.

La pandemia está lejos de ser controlada, como lo ha venido sosteniendo el Presidente de la República. Hasta el 20 de enero, México registraba 144,371 decesos y 1,688,944 contagios y atravesamos la situación más delicada de la emergencia de salud puesto que 10 entidades están en semáforo rojo y los hospitales han llegado a su nivel máximo, al grado de que están rechazando pacientes.

Andrés Manuel López Obrador debe dejar de ver el Covid-19 con un filtro político o ideológico, es un tema de carácter científico y de salud, de suma de recursos institucionales, humanos, públicos y privados.

Resulta sumamente preocupante e irresponsable, por ejemplo, que el Gobierno Federal pretenda vacunar primero a los servidores de la nación antes que a los grupos vulnerables y a la población en general.

Cerca de 20 mil Servidores de la Nación formarán parte de las 10 mil brigadas que se conformarán para formar parte de la Campaña de Vacunación. Éstas tendrán como base los Centros Integradores del Bienestar. En Cada Centro estará un grupo de 12 personas: 2 enlaces de Servidores de la Nación, 2 promotores de programas sociales, 2 voluntarios, 4 miembros de las fuerzas armadas, 1 enfermero y 1 doctor.

Esta decisión se liga de manera sospechosa con la propuesta de que sea la Secretaría de Salud la que designe a “superdelegados”, en los estados para coordinar las brigadas de vacunación, según un anteproyecto enviado a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria.

No hay que olvidar que los ‘superdelegados’ y los servidores de la nación se convirtieron en las estructurales electorales de López Obrador y de Morena en los comicios de 2019 y 2020 y que muchas de ellas y ellos son ahora candidatos a los gobiernos de los estados o en alguno de los miles de cargos que están en juego en las elecciones de 2021.

Si al Ejecutivo y a las autoridades sanitarias les incomoda que se les acuse de utilizar con fines políticos y electorales las vacunas, es muy simple, que se apeguen a las normas ya establecidas y que permitan que sea el Consejo Nacional de Vacunación (CONAVA) el que se haga cargo de la campaña de vacunación contra el Covid-19.

El CONAVA tiene una amplia experiencia en campañas de vacunación, cuenta con los mecanismos de coordinación necesaria entre los tres niveles de gobierno, y el respaldo de especialistas e instituciones públicas y privadas.

La única razón por la cual el Presidente deja fuera a esta institución es porque quiere controlar las vacunas para sacarle provecho rumbo a las elecciones del 6 de junio en beneficio de su gobierno y su partido, Morena.

Coordinadora del GPPRD en el Congreso de la Unión

@juarezvero

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