PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña
La forma en como el que Gobierno Federal está monopolizando la distribución y aplicación de las vacunas está repitiendo las mismas irregulares que se han registrado en el combate a la emergencia sanitaria y podría provocar los mismos resultados funestos para la población.
El Presidente de la República y Morena deben dejar de usar las vacunas contra el Covid-19 con fines propagandísticos y electorales y organizar una distribución y aplicación de las mismas más oportuna y equitativa.
En el mismo sentido, la Secretaría de Salud debe organizar una mayor coordinación con sus pares estatales, a fin de que todos los grupos de la población tengan acceso a las vacunas en el menor tiempo posible.
Andrés Manuel López Obrador sólo se ha reunido con la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, pero en este momento hay cinco entidades en semáforo rojo -Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Guanajuato-, y en todo el país sigue el aumento de contagios y decesos, por lo que es urgente que las vacunas se apliquen con equidad y oportunidad.
El Gobierno Federal está obligado a garantizar el derecho a la salud de todas y todos los mexicanos y a proteger contra el Coronavirus a todos los grupos de la población, sin importar qué partido gobierne en cada estado.
En la aplicación de las vacunas se está incurriendo en las mismas prácticas irregulares que en toda la pandemia, se están usando con fines propagandísticos y electorales, el Gobierno Federal las monopoliza, no propicia que los gobiernos de los estados y municipios las adquieran y ni siquiera busca coordinarse con ellos a fin de que sus respectivas poblaciones tengan acceso a ellas con mayor oportunidad.
Es un una distribución centralista, que está retrasando la aplicación de las vacunas, sólo porque el Presidente se resiste a coordinarse con las autoridades estatales. Eso es inadmisible. Los niveles de contagios siguen al alza y si toda la población, al menos los más vulnerables, no pueden vacunarse pronto, puede costar más vidas.
Desde que inició la aplicación, el Presidente no ha dejado de usar las vacunas con fines propagandísticos durante las mañaneras, a pesar de las deficiencias, el escaso número de dosis importadas –frente a la dimensión de la pandemia- y las protestas por la selectiva campaña.
Lo mismo está haciendo Morena, cuya dirección nacional está usando las vacunas con fines políticos en el marco de las próximas elecciones
Resulta lamentable que mientras la red hospitalaria pública sigue saturada, no hay oxígeno suficiente, miles de contagios ocurren cada 24 horas, las personas siguen muriendo en sus casas y en las calles; el Presidente sigue empeñado en monopolizar los recursos para la salud y ahora las vacunas.
