ESCAMOCHA/ José Díaz Betancourt
Puede haber mucho de verdad tras la promesa del presidente AMLO durante su visita a GDL para inaugurar la Línea 3 del tren eléctrico y prometer al mismo tiempo la L4 de esta modalidad de transporte, a pesar de lo que dictan los archivos de su gobierno en la CDMX entonces DF donde consta que no construyó ninguna línea del metro, pero paradójicamente inició la muy utilizada del Metrobús, al final, favoreció más bien a los autos con el famoso y controvertido segundo piso.
Nos preguntamos si será deseo del primer mandatario sacarse la espina con Guadalajara y aquí dejar huella tras una muy cuestionada puesta en marcha de la transexenal y fraudulenta L3 tapatía, que por cierto en teoría tendría que transparentarse a totalidad, eso sí, no sabemos cuándo, porque las prioridades y el trabajo abundante en materia de tranzas es mucho en todo el país para pronosticar cuando podrá explicarse la tardanza y el costo de la flamante línea tapatía que por ahora será una fuerte carga financiera para el erario federal.
El horizonte para la promesa presidencial es de unos 51 meses para la total construcción de la L4 y dejamos aquí la tarea de analizar su pertinencia urbana que refresca la tendencia de extensionismo de la ciudad contra un criterio de densificación, contrario a lo ya se había demostrado y hasta calificado como un auténtico fracaso como es alentar el crecimiento de la ciudad horizontal, particularmente hacia Tlajomulco.
PILÓN
Terrible dato de la Fiscalía General del Estado de Jalisco que informa que en dos años y ocho meses se han encontrado 743 cadáveres en 74 fosas clandestinas, mientras que esta semana se reanudaron las excavaciones en Ixtlahuacán de los Membrillos en búsqueda de más restos humanos.
