Se repite la historia

CON CHANFLE/Raúl de la Cruz

Ya sabemos en que en el fútbol la paciencia y los proyectos a largo plazo poco les importa a los sabios directivos.

Máxime si los entrenadores son mexicanos. A continuación, lo que escribí hace un año. “No recuerdo quién, pero en alguna ocasión un jugador nos declaró a un grupo de reporteros ‘que mientras más conocía al fútbol mexicano más quería a su perro'».

Lo anterior viene a cuento por el despido de Poncho Sosa del San Luis. Sólo a un estúpido directivo se le ocurre declarar que los corrió por «mal educado», aahh «porque les dijo a dos jugadores. «no sean putos».

De risa. Cuando en la realidad de las cosas el que manda en ese equipo es el promotor Matías Seler, representante del argentino Ricardo Centurión.

Por supuesto, promotor amigo o socio del presidente Alberto Marrero quien a toda costa estuvo tratando de «alinear» al problemático futbolista.

Poncho no cedió, como nunca ha cedido en todos los equipos que ha manejado. Esa fue la causa de su cese a pesar de los excelentes números.

Por cierto, jugadores que no solicitó Poncho. Jugadores que trajo el presidente por sus pistolas. Repito se necesita estar bastante pendejo para pagar sueldos de 200 mil dólares mensuales a jugadores como el tal Centurión.

O de plano se lleva mochada. Cosa que no nos extrañaría porque en el fútbol mexicano está plagado de tan nefastas prácticas.

Seguro estoy que Poncho y su excelente cuerpo técnico pronto volverán. Bueno pues, este viernes en el Necaxa se repitió la historia y Poncho Sosa fue despedido al final del partido que su equipo perdió ante el León.

Es cierto que el entrenador es hijo de los resultados puesto que han cosechado 8 de 24 puntos posibles en el presente certamen, con dos victorias, dos empates y cuatro derrotas.

Los de Aguascalientes son de los peores visitantes, pues solo han sumado un punto de nueve posibles.

Necaxa padeció la baja de varios jugadores clave para el Guardianes 2020, principalmente de Mauro Quiroga, campeón de goleo en el Apertura 2019 que se fue al San Luis, y Hugo González, arquero que hoy defiende la portería de Rayados, así como de Jesús Ricardo Angulo.

Es decir, como siempre, los directivos vendieron jugadores claves para el equipo. Al técnico mexicano no le permiten escoger como tampoco decidir quién se queda o quien se va.

Son los directivos, en la mayoría de los casos, quienes realizan las negociaciones por la sencilla razón: porque ahí está en el negocio. ¡Corruptos!

Periodista deportivo

@rulasdelacruz

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