CON CHANFLE/Raúl de la Cruz
Esta semana se presentó una noticia que prácticamente pasó desapercibida.
En otros tiempos la orden de aprehensión para un directivo del fútbol hubiera ocupado todos los titulares de todos los medios de comunicación convencionales, incluso, los políticos.
El asunto de Billy Álvarez no es asunto menor. Es un afiliado de la federación. Es un personaje ampliamente conocido en el ámbito futbolístico; por varias generaciones todos los que han participado en este deporte han tenido relaciones públicas y de negocios, por lo tanto, no se le puede ver con tanto desdén como lo hizo la Liga MX.
Por supuesto que, mediante un comunicado, la Liga, se lavó las manos, emitió su postura respecto a la situación de Guillermo Álvarez, presidente del club Cruz Azul, a quien un juez le giró una orden de aprehensión este miércoles pasado por los presuntos delitos de delincuencia organizada y realización de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Para la Liga MX, la investigación va direccionada sobre Billy Álvarez como presidente de la Cooperativa Cruz Azul y no como miembro afiliado con el equipo celeste.
En el Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede de la Liga MX, en el artículo 66 inciso D, se menciona que una desafiliación de un afiliado es viable si los dueños o directivos de un club incurren en actos delictivos o de dudosa reputación a juicio del Comité Ejecutivo.
Sin embargo, el Reglamento no aclara si como «afiliado» solo se refieren a personas y no a clubes o si el concepto incluye a ambos.
Más allá de eso, en el comunicado la Liga MX aclara que actuarán hasta el momento en que se acrediten algunos de los cargos por los que Billy Álvarez es requerido.
El directivo es un afiliado de la FMF porque en el directorio del Cruz Azul aparece como presidente y como director deportivo Jaime Ordiales.
En otros casos la desafiliación hubiera sido automática pero como es a “juicio del Comité Ejecutivo” el asunto se trata de cuates, de amigos y compadres.
La Fiscalía General de la República emitió una orden de aprehensión en contra de Guillermo Álvarez Cuevas, Víctor Garcés Rojo y otros altos mandos de la Cooperativa, por delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, repito por delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada.
Delitos similares por los cuales se le acusa a Emilio Lozoya, y más.
Entonces no existen argumentos para que sea expulsado del fútbol organizado. Es el presidente, no se trata del ayudante de Siboldi, y aunque así fuera, es un afiliado de la FMF.
