Naia, la mujer más antigua de América encontrada en un cenote en Tulum

Naia es la persona más antigua del continente y podría confirmar lo que sabemos sobre los primeros pobladores de América.

Naia tenía entre 15 y 17 años cuando cayó por accidente en un agujero mientras buscaba agua. El impacto con el suelo le provocó una fractura de pelvis que le costó la vida. Con unos 50 kilos de peso y 1.50 metros de altura, la adolescente era una de las primeras pobladoras de América.

Como parte de un grupo nómada, Naia tuvo que recorrer largas distancias y muy probablemente pasó distintos periodos de tiempo con escasez de alimento hace casi 13 mil años. Ella fue parte de los ancestros de la civilización maya que se expandió por la península de Yucatán una vez que los grupos humanos se hicieron sedentarios en esta región de América.

«Dado que el nivel del mar era considerablemente más bajo, “Naia” —una joven de entre 15 y 17 años— debió adentrarse en este sitio, probablemente con una antorcha, en búsqueda del vital líquido», asegura el INAH.

El hoyo en el que cayó Naia hace 12 mil años es hoy un cenote conocido como Hoyo Negro, ubicado en Tulum, Quintana Roo, donde se estableció uno de los asentamientos mayas amurallados más importantes de la Costa Oriental.

Hoyo Negro forma parte de una compleja red de cenotes y cuevas subterráneas que se extiende por toda la península, la mayoría de ellas aún inexploradas. Después de recorrer un túnel subacuático de más de 1.5 kilómetros, los buzos dieron con los restos de Naia en una enorme cámara, junto con los esqueletos de otros animales hoy extintos, como el tigre dientes de sable y una especie de perezoso nunca antes registrada.

«Este esqueleto es el más antiguo y más completo recuperado en América, y se considera como uno de los eslabones faltantes para confirmar que algunos de los nativos contemporáneos provienen de aquellos grupos que cruzaron desde Siberia por Beringia (actual Estrecho de Bering) hacia el continente americano», afirma el INAH.

A pesar de que su hallazgo data de 2007, no fue hasta 2014 cuando el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizó un anuncio oficial sobre su descubrimiento. A mediados de marzo de 2019, el INAH presentó nuevos avances en el Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro, encabezado por la arqueóloga Pilar Luna, que se encarga de realizar investigaciones en la zona.

Una de las características que más llamaron la atención de los especialistas sobre Naia fue su alto grado de conservación. En las primeras inmersiones, los buzos lograron hacerse de su cráneo, la mayor parte de sus restos óseos (excepto una pierna) y algunos dientes, que la sitúan como el esqueleto americano mejor conservado con más de 12 mil años de antigüedad.

Las más recientes investigaciones demuestran que Naia presenta huellas de fracturas en los brazos, por lo que es probable que haya sufrido algún tipo de maltrato cuando era niña. También que fue madre en algún momento de su vida, a pesar de su corta edad.

La reconstrucción de su rostro en un modelo en tercera dimensión, además del mapeo de la cueva sumergida suman para su conocer más sobre los primeros pobladores americanos y al mismo tiempo, apoyan la teoría de que los primeros pobladores de América llegaron a través de Asia al continente. Actualmente, los restos de Naia son resguardados y preservados en el Museo Nacional de Antropología.

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