¿Ignorancia o mentira?

HABLEMOS DE DERECHOS/Salvador Romero

Como lo comenté en esta columna hace dos meses, el pasado martes 17 de marzo del presente 2020, el doctor Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Salud, compareció ante senadores de todas las bancadas, para presentarles las proyecciones del Gobierno Federal ante la pandemia del coronavirus COVID-19.

Dicho funcionario concluyó su presentación asegurando que la tasa de letalidad que el gobierno federal estaba esperando era del 2.5% de los pacientes enfermos, lo que significaría alrededor de casi 4,000 decesos totales en todo el país por dicha enfermedad.

Ese día habían fallecido en el Mundo alrededor de 8,000 personas, de las cuales la mayoría se concentraban en 3 países: China, Italia y España (alrededor de 3,000, 2,500 y 500 respectivamente). Probablemente todavía era difícil hacer estimaciones más precisas de los verdaderos alcances de la enfermedad, pero tampoco era imposible tener estimaciones mucho más realistas que las que ofreció López-Gatell a los senadores.

Posteriormente, el pasado día 4 de mayo, cuando ya habían fallecido 2,271 personas en México, el subsecretario López-Gatell señaló que consideraban que ya se había alcanzado el “punto medio de la curva epidémica” y que la nueva estimación era de poco menos de 6,000 decesos totales en el país, que eran superiores en un 50% a las estimaciones originales.

Sin embargo, a diferencia de las primeras estimaciones, éstas se realizaron en un momento en el cual ya habían fallecido alrededor de 70,000 personas en Estados Unidos de Norteamérica; de 30,000 en Italia; de 29,000 en Reino Unido; de 25,000 en España; de 25,000 en Francia y de 7,000 en Alemania…

Es decir, ya había muchísima más información disponible en el Mundo sobre las tasas reales de contagio y de letalidad del virus y, sin embargo, la estimación pública aquí fue de un máximo de 6,000 decesos.

Cabe señalar que lo que ha sucedido en México, constituye una anomalía estadística que no ha ocurrido en ningún otro país del Mundo, sobre el comportamiento de la curva de fallecimientos (que en otros países ha crecido y decrecido con bastante estabilidad), lo que es inevitable que genere muchas dudas sobre la veracidad o metodología de la captura y presentación de dicha información.

Por ejemplo, el 21 de abril se tuvo un incremento del 20.4% en el número de decesos, para decrecer posteriormente hasta el 3.5% apenas 5 días después, y luego subir hasta el 10.4% tres días después.

Otro ejemplo: este fin de semana, pasó del 7.4% al 2.7% del 22 al 23 de mayo, y hoy nuevamente subió al 6.6% con 501 fallecimientos (el número más elevado en un solo día en nuestro país) para alcanzar los 8,134 decesos en total (más del doble de la primera estimación realizada hace 2 meses en el Senado).

En conclusión, tomando como premisa la estrepitosa falla en las proyecciones del Subsecretario de Salud, y considerando lo que ya había señalado públicamente antes, en el sentido de que en mi consideración las estimaciones reales de la epidemia, en posesión de las autoridades y sujetos obligados del país, constituyen información pública que no debiera ocultarse a la sociedad, en este momento vale la pena preguntarse si los pronósticos del 17 de marzo y del 4 de mayo: ¿Fueron producto de la ignorancia o una mentira?

Comisionado del ITEI Jalisco

@chavaromero

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