Sputnik.- Un equipo de expertos de EEUU ha propuesto el escudo de plástico como alternativa a las mascarillas médicas. En su opinión, este tipo de protector facial tiene muchas ventajas.
«Los escudos plástico, que se pueden producir y distribuir de forma rápida y asequible, deberían incluirse como parte de las estrategias para reducir de forma segura y significativa la transmisión en el entorno comunitario», afirman tres médicos de la Universidad de Iowa liderados por Eli Perencevich. El estudio es citado por MedicalXpress.
Para ser más eficaz contra el SARS-CoV-2, el protector facial debe extenderse hasta debajo de la barbilla. También debe cubrir las orejas y no dejar ningún espacio expuesto entre la frente y la parte superior del escudo, destacan desde la universidad de Iowa.
En su opinión, los escudos tienen varias ventajas sobre las máscaras:
Son reutilizables, ya que se pueden limpiar con agua y jabón o con desinfectantes comunes.
Suelen ser más cómodos que las mascarillas y forman una barrera que evita que la gente se toque la cara.
No hace falta quitárselos para hablar y permiten verle la cara completamente a quien lo lleva.
¿Cómo previenen la transmisión del coronavirus?
Aún no se han realizado estudios a gran escala para comprobar que los escudos realmente tienen una alta capacidad de protección contra el virus. Pero, «en un estudio de simulación, se demostró que los protectores faciales reducen la exposición viral inmediata en un 96% cuando son usados por un trabajador de la salud a una distancia de hasta 50 cm de una persona tosiendo».
«Cuando el estudio se repitió a la distancia física actualmente recomendada de entre 1,5 y 2 metros, los protectores faciales redujeron el virus inhalado en un 92%», afirman los autores de la publicación.
Aún no se han realizado estudios a gran escala para entender hasta qué punto ayudan los escudos faciales a evitar que el virus exhalado o tosido se propague hacia afuera por un portador infectado.
Los expertos también destacan que los protectores deben ser solo parte de los esfuerzo de control de la infección, junto con el distanciamiento social y el lavado de manos.
