Y la culpa no es tuya

CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

En el pleno día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 25 de noviembre, dos sujetos a bordo de una motocicleta asesinaron de dos balazos a Abril González, quien circulaba rumbo al aeropuerto para abordar un vuelo a su ciudad natal, Monterrey en el estado norteño de Nuevo León.

Este cobarde y lamentable suceso se dio en presencia de sus hijos.

Abril se suma a las 2 mil 833 mujeres que han sido asesinadas en México durante 2019 por su condición de ser mujeres, esto es, por crímenes de odio, derivados de la misoginia, de la creencia de que la mujer es un objeto subordinado a su hombre, y viene precedida por: violación, violencia psicológica, violencia física, violencia doméstica, mutilación, desfiguración, privación de libertad, incomunicación o tortura.

No es equiparable a los homicidios, no es minimizar diciendo que matan más hombres, no es menoscabando un movimiento que solo busca respeto y seguridad para nuestras mujeres, que puedan salir tranquilas a la calle con la certeza de que regresarán a salvo y sin sobresaltos de acoso o agresión verbal o sexual en su trayecto a sus centros de estudio, de trabajo, lugares de recreación, etc,

A diferencia de los homicidios, el feminicidio es perpetrado por un hombre, pareja sentimental regularmente.

Misma sospecha se tiene en las mujeres que han desaparecido en nuestro país, que ronda una escandalosa cifra de 3 mil mujeres que salieron de sus casas y no han vuelto a ser vistas de nuevo.

No son “feminazis”, la violencia con la que actuaron un solo día es ínfima comparada a la que padecen a diario, a la que sufren de las omisiones de los gobiernos de los diferentes ámbitos y de una justicia que no llega.

En casos como el de Abril González, incluso se puede hablar de la complicidad del juez que con artimañas legales puso en libertad a su pareja, principal sospechoso de su asesinato, cuando en enero la intento matar golpeándola en la cabeza con un bate de béisbol.

Y mientras las cosas en una cultura de machos no cambie, no esperemos marchas en paz. Nuestra sociedad mexicana muestra un avanzado estado de descomposición y es la violencia contra las mujeres la que mide el tipo de país que somos.

Espero justicia para Abril y para las casi tres mil víctimas de feminicidio y que reaccionemos y pongamos un hasta aquí a esta aberrante práctica contra lo más valioso y hermoso que un ser humano puede tener: nuestras mujeres.

Politólogo, Profesor Universitario y miembro del Claustro académico del ITEI

@aagsevilla

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