PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña
Andrés Manuel López Obrador nos dice que vamos “requete bien”. Nos reitera, permanentemente, que estamos en la ruta correcta, pero la realidad dice otra cosa. La violencia está desbordada en México.
Estamos muy lejos de que podamos decir que la inseguridad está contenida en el país.
Hace algunas semanas fue el fracaso del operativo en Culiacán y este lunes una familia fue masacrada en los límites en Chihuahua y Sonora.
Presidente, se lo digo con todo respeto, ignorar la realidad no lo va a llevar a ningún lado.
Lo primero es exigirle la renuncia a Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública.
Las pifias en la estrategia son evidentes y él es el principal responsable de la seguridad de acuerdo con la Constitución y las reformas que se hicieron hace algunos meses.
Durazo mismo mintió en sus versiones sobre lo ocurrido en Sinaloa y fue incapaz de asumir responsabilidad por el fracaso. ¿Qué debe pasar para que Durazo deje su puesto? ¿No es suficiente que vayamos directitos a que, este año, sea el más violento de la historia de México?
Estos hechos supondrían su cese en cualquier país medianamente democrático.
Lo segundo es que se quite de tabúes conservadores y vayamos hacia la legalización de la marihuana.
Presidente, la gente lo eligió para que tome las decisiones correctas, aunque muchas de ellas puedan contradecir sus ideologías.
Nosotras, como perredistas, estamos convencidas de que sólo lograremos recuperar la paz si le quitamos a los cárteles el control del dinero y, por lo tanto, del territorio.
¿Cómo es posible hacerle frente a células del crimen organizado con ingresos de miles de millones de dólares anuales? ¿Cómo vencer a estructuras trasnacionales que operan en todo el mundo y tienen gran capacidad para lastimar el tejido social y cooptar a las instituciones? Usted tiene la mayoría, vayamos hacia la legalización.
Y tercero: deje su visión centralista y vayamos por un modelo de corresponsabilidad entre los tres niveles de Gobierno. Los ciudadanos necesitan buenas policías municipales, policías estatales confiables.
No es cierto que la Guardia Nacional pueda resolver todo.
Sólo saldremos de la crisis en la que vivimos si desarrollamos instituciones competentes: desde lo local hasta lo federal. México es un país federal y el combate a la violencia tiene que expresar ese principio.
Presidente, las perredistas queremos un país más justo y en paz. No queremos que le vaya mal.
Ni somos parte de una oposición que busque destruir cualquier cosa que proponga el Ejecutivo. Sin embargo, percibimos que no hay estrategia y que los mensajes enviados por su administración no han sido los correctos.
Le apoyamos a dar un “golpe de timón” enérgico. Un cambio de rumbo. Hechos como los de Sinaloa, Veracruz o Chihuahua no se pueden repetir. La realidad no se puede tapar con cortinas de humo.
