EN2RUEDAS/Jesús Casillas
Se han escrito cualquier cantidad de notas y columnas, analistas han comentado en no pocas ocasiones que el PRI Jalisco experimentó en 2018 la peor derrota electoral en su historia.
También se han argumentado los motivos de la debacle, que si fue la corrupción en el gobierno, que si se postuló a candidatos sin rentabilidad, que si no se cumplieron con las expectativas, que si el gobierno no fue eficiente, etc. etc.
Lo que es un hecho es que después del proceso electoral, la representación del PRI Jalisco en cargos de elección popular es prácticamente marginal.
Una diputada federal, tres diputados locales, 20 presidencias municipales en poblaciones con pocos habitantes y un puñado de regidores de representación proporcional.
Ante este panorama lo menos que se puede esperar de un partido de oposición que pretende recuperar la confianza ciudadana, es mostrarse como una alternativa real, que señale los hierros del gobierno, y a su vez tenga propuestas serias de solución de los grandes problemas del estado y que los gobiernos emanados de Movimiento Ciudadano no han tenido la capacidad de resolver, contrario a lo que se supone debe hacer un partido político de oposición el PRI Jalisco no solo no termina de salir de su modorra, en algunos casos se a convertido en cómplice del gobierno en temas por demás polémicos.
El PRI Jalisco ha perdido la oportunidad de abanderar la lucha de las mujeres por conservar instituciones que las protegen, como el caso del Instituto de la Mujer, premeditado o no, se olvidó de liderar la lucha en favor de la economía familiar ante el abusivo incremento el transporte público.
Ha guardado silencio ante la ola de femenicidios en el estado que llegó incluso a la propia Casa Jalisco, no se ha pronunciado ante la creciente cifra de casos de dengue en razón de que no se hicieron a tiempo las fumigaciones correspondientes, nada ha dicho del clima de inseguridad que vivimos en Jalisco.
Tampoco de los incendios e inundaciones en las inmediaciones del Bosque de la Primavera, de los presuntos actos de corrupción como el programa A Toda Máquina y las Villas Panamericanas; el PRI Jalisco ni sus luces, por el contrario los diputados priistas aprobaron en conjunto con el gobierno de MC endeudar a Jalisco en más de cinco mil millones de pesos por los próximos 20 años, estas, entre otras tantas en que el PRI Jalisco ha estado completamente ausente.
Si a lo anterior le sumamos que un día si y otro también militantes priistas abandonan las filas de ese partido político, como muestra un par de botones, un diputado local y dos regidores en la Zona Metropolitana de GDL le dijeron adiós al PRI.
Ante este negro panorama, lo único que le queda pensar a sus militantes, es que la media docena de dirigentes del PRI Jalisco solo están para repartirse los casi veinte millones de pesos que están recibiendo este año por concepto de prerrogativas, pero al paso que van, para el proceso electoral del año 2021 corren el riesgo de que el PRI termine por extinguirse.
