Terquedad

PERSPECTIVA21/Verónica Juárez

Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, era uno de los funcionarios más confiables del Gobierno de López Obrador.

Un hombre íntegro y preparado. Por ello, hace algunos meses lo ratificamos en el cargo.

Siempre supimos que frente a las tentaciones lopezobradoristas, era importante que un hombre como Urzúa estuviera en la Secretaría de Hacienda.

Sin embargo, duró poco. Sólo siete meses al frente de Hacienda y sale de la institución con una carta que parece más una denuncia que una renuncia en sí misma.

Las razones de Urzúa para dejar el cargo te hablan de un Gobierno en descomposición.

Por un lado, el ex secretario nos confirma algo que todos presumíamos: las decisiones se toman por caprichos, ocurrencias y disparates.

Detrás de las políticas públicas del Gobierno de México no hay especialización técnica, no hay pros y contras, no hay estrategia.

Y es que no hay gabinete, sino una corte de leales que le dicen siempre que sí al Presidente de la República sin importar lo disparatado de la propuesta. Dos Bocas, el Tren Maya, la recuperación de Pemex, todas son decisiones que ponen en riesgo las finanzas públicas del país.

Sin embargo, la denuncia de Urzúa no se queda ahí. Lo que esboza el economista es que hay gente que controla la Secretaría de Hacienda sin ningún tipo de recato.

Jefe de la Oficina de la Presidencia que quiere estar en todo y le tocó proponer a la plana mayor de la Secretaría de Hacienda.

López Obrador le pidió a Urzúa ser implacable con la austeridad, pero no le dio las condiciones propicias para cumplir con su labor.

La renuncia de Urzúa ilustra también la deriva autoritaria de AMLO que denunciamos en múltiples ocasiones.

No escucha a nadie, no razona con nadie. Es increíble que el Secretario de Hacienda renuncia por las razones antes señaladas y el Presidente no haya sido capaz de dar respuestas claras.

Las contestaciones de siempre: no estoy de acuerdo, pero lo respeto.

Es tiempo de que el Presidente entienda que su gabinete tiene que tener personalidad propia y no girar siempre en torno al Presidente y sus caprichos.

México necesita un Gobierno en toda la extensión de la palabra.

Arturo Herrera es un buen perfil para reemplazar a Urzúa. Un hombre con claras convicciones y que considero puede hacer un buen trabajo.

No obstante, todo está sujeto a la autonomía que tenga al frente de Hacienda.

¿Lo dejarán trabajar? ¿Aportar sus ideas? Nos preocupa que haya un desorden generalizado en la administración y que luego eso impacte en la estabilidad de las finanzas públicas.

El Presidente tiene que aprender a escuchar luego de tantos años.

El país no puede tener un mandatario tan lejano a la realidad.

Coordinadora del GPPRD en el Congreso de la Unión

@juarezvero

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