Dos decisiones importantes que son de lo más sencillo (según mi padre)

GarciaPimentel

A LAS COSAS POR SU NOMBRE/Francisco García Pimentel

Todos fuimos jóvenes, así que sabemos lo que es ir por la vida llenos de dudas y complicaciones, sin saber qué hacer o a dónde ir, o quiénes somos, y quejarnos en el camino porque nadie nos comprende mientras la cara se llena de acné, las chicas no nos pelan y los bullys reinan sin oposición en la escuela.

Hey, nadie dijo que ser adolescente era sencillo.

Bueno, nadie excepto mi padre, quien tuvo la notable capacidad de complicar lo sencillo y simplificar lo complicado. Para él, todas estas cosas eran evidentes, y tenía su forma clara y práctica de resolverlas.

En momentos en que me acerqué a él con estas dudas existenciales, supo matarlas en menos de dos minutos. En ambos casos, con sabiduría sencilla que cambió mi manera de ver las cosas.

Aquí dos cosas que el mundo cree complicado, pero mi padre me enseñó que son de lo más sencillo.

  1. ELEGIR ESPOSA ES SENCILLO.

Sheryl Sandberg, Directora Operativa de Facebook, afirma que elegir esposo (o esposa) es la decisión de negocios más importante de tu vida; lo mismo que otros cientos millones de personas que saben que esta elección impactará absolutamente todos los elementos de tu existencia hasta que te mueras. Lo que estoy diciendo es: elegir Esposa es relevante y se han escrito miles de libros sobre cómo encontrarla, conseguirla y mantenerla enamorada. Es uno de los grandes misterios de la existencia humana ¿o no?

La solución de mi padre: Elige a tu mujer antes de conocerla.

Elegir a una mujer estando enamorado es difícil, porque cuando nos enamoramos somos estúpidos. Tomar la decisión más importante de tu vida en estado de imbecilidad no es siempre sencillo, ni correcto.

Mi padre resolvió esto de una manera práctica cuando me dijo: Francisco, haz una lista ahora mismo de las diez cosas que quieres en la mujer perfecta, la que será la madre de tus hijos. Después, conoce y sal con todas las amigas que quieras, pero ten la lista a la mano. Y aunque te atraiga una chica, si no cumple con la lista, no des el siguiente paso. No bajes tu estándar cuando estás embelesado; más bien preocúpate por conocer muchas personas. De entre ellas, una será la ideal. Cuando la conozcas, y veas que cumple tu lista, y te sientas atraído, sabrás que hacer. Ten muchas amigas, pocas novias y una sola esposa para toda la vida.

Hice mi lista, conocí a muchas personas. Después conocí a Mónica y el resto es historia.

  1. ELEGIR CARRERA ES SENCILLO.

Sean Covey en su libro “Las seis decisiones más importantes de tu vida” pone la carrera como una de las principales. Después de todo, la decisión de a qué dedicar nuestra vida profesional (o sea, ocho horas de cada día por toda nuestra vida, o aproximadamente la cuarta parte de nuestra existencia) impacta nuestra vida en miles de maneras: social, personal, económica, etcétera.

Yo sufrí con esta duda por mucho tiempo, porque había elegido una carrera que no me llenaba del todo. También, en mis años de maestro, he conocido a cientos de jóvenes que se rompen el coco pensando si ésta o aquélla es la mejor para ellos; que abandonan o cambian, o que no saben qué negocio emprender.

Para ello hay exámenes, tests, coaches, terapeutas y otra pléyade de sistemas que ayudan a los jóvenes (y adultos) a tomar una decisión profundamente trascendente.

La solución de mi padre: Siempre lo has sabido, pero no te has dado cuenta.

Cuando me acerqué con esta duda, no tardó ni dos segundos en responder, y lo que respondió me dejó perplejo. No consideró mi licenciatura, ni mis conexiones, ni mi apellido ni mi historia. Solo dijo lo siguiente: Lee la parábola de los talentos: Dios te dio unos talentos y de esos talentos te va a pedir cuentas.

Y ya, eso fue todo. Ese mismo día abandoné mi trabajo y cambié por completo de carrera. Hasta que mi papá lo dijo, nunca tuve claro que eran mis talentos (y no mis sueños, ni mis metas, ni lo que otros pensaban) lo que formaba la materia prima de mi propio camino profesional y personal. Todos tenemos talentos, claro, pero a veces no sabemos verlos, pues nos parece tan sencillo hacer lo que hacemos bien. Es tan sencillo, tan obvio, tan evidente, que tuvieron que decírmelo a la cara para poder reconocerlo.

Espero, como mi padre, tener la claridad para decir a mis hijos las cosas que necesiten, cuando más las necesiten. No llegué a preguntarle si eso también es sencillo.

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Francisco es autor de “El Reto Millennial” y otros títulos, padre de tres y esposo de una. Recién probó unas tlayudas, y le encantaron. Síguelo en @franciscogpr

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