El módulo Philae ha dado señales de haber recuperado su actividad tras un letargo de casi siete meses sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, según han informado fuentes del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) a la emisora pública «France Info».
«Hola Tierra. ¿Puedes oírme?», tuiteó la misión Philae Lander, para preguntar después, en su habitual tono desenfadado y personalizando al robot: «¿Cuánto tiempo he estado dormido?». La sonda Rosetta, que orbita a unos 20 kilómetros del cometa, recibió la pasada noche una corta señal de unos 40 segundos procedente de Philae, lo que indicaría que sus baterías se han reactivado y que el aparato ha podido resistir las condiciones climáticas y ambientales.
«La buena noticia llegó en medio de la noche, cuando Philae respondió a nuestras llamadas. Tuvimos alrededor de dos minutos de enlace entre Rosetta y Philae, y 40 segundos de datos. Ahora hay que analizar todo esto, pero Philae vive», explicó el presidente del CNES, Jean-Yves Le Gall, a la emisora RTL.
El pasado 12 de noviembre, Philae se posó en la superficie del cometa, y permaneció operativo durante casi 57 horas, consiguiendo enviar datos valiosos, aunque posteriormente, al quedar en una zona oscura del cuerpo celeste, no pudo recargar sus baterías solares y entró en hibernación. En las últimas semanas, los científicos de la misión Rosetta ya habían pronosticado que el módulo podría despertar en junio, a medida que el cometa se acercase al Sol y que las baterías solares que alimentan a Philae tuvieran la oportunidad de recargarse.