Vacíos legales vuelven a empleadas domésticas en esclavas

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El trabajo doméstico en México está marcado por el clasismo, la violencia, el machismo, racismo y la normalización de la desigualdad, situación a la que se llegó por una ausencia selectiva del Estado para garantizar los derechos laborales básicos, así como el desapego a convenios internacionales que no ha ratificado, lo que ha tenido como consecuencia que esta labor, que aporta el 21.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) total del país, sea considerada como una nueva versión de la esclavitud, señalaron los asistentes a la presentación del informe “Condiciones laborales de las trabajadoras domésticas”, realizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

“Las condiciones en las que el trabajo doméstico se desarrolla en México, no es un asunto entre particulares, se sustenta en dos pilares públicos la desigualdad económica, es decir, la exclusión de muchas a oportunidades de desarrollo, y la desigualdad política, la exclusión de muchas al ejercicio efectivo de sus derechos, entre ellos, los laborales”, señaló José Antonio Peña Merino, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) e integrante de la Asamblea Consultiva de Conapred.

El Presidente del Consejo, Ricardo Bucio Mújica, señaló que era importante modificar las condiciones del trabajo doméstico remunerado, y recordó las palabras de la Presidenta de Brasil Dilma Rousseff, quien expresó que las modificaciones en la materia son una segunda abolición de la esclavitud, “hay un libro que se llama Dos mundos bajo un mismo techo, y me parece que las condiciones que están reflejadas en el informe, nos dan cuenta de que tenemos dos países bajo una misma Constitución”.

Por su parte, Ana Güemes García, representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres en México, habló de la urgencia de visibilizar la situación laboral de las mujeres que en México representa el 42 por ciento frente a un 72 por ciento de hombres, sin embargo, las primeras siempre tiene las peores condiciones y más en el trabajo doméstico que es poco valorado.

Agregó que ante tales condiciones, México tiene que tomar en cuenta las recomendaciones internacionales que se han realizado en la materia y retomar otros tratados internacionales sobre derechos laborales, prohibiciones de trabajo infantil y la regulación del pago en especie, ya que es común que los empleadores paguen sólo con estudios, comida o ropa a las empleadas.

Tanto Merino como Güemes, enfatizaron en la importancia del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que aborda las condiciones del trabajo decente para las trabajadoras y trabajadores domésticos, en el que se señala que la existencia y la cantidad de demanda que tiene la labor se debe a las escasas oportunidades de empleo formal.

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